En los últimos años, los sistemas fotovoltaicos para aplicaciones de autoconsumo han estado usando cada vez más baterías de litio (NMC, Life PO4, LMO...). Hay muchas razones para ello: el volumen ha creado una caída significativa de los precios, su vida útil es alta y la eficiencia es mucho mayor que la de las baterías de plomo. Pero también son más ligeros, menos voluminosos y tienen una mejor densidad de energía.
La vida de las baterías de litio oscila entre 3.000 y 6.000 ciclos al 80% de STR dependiendo del fabricante. En el caso de un sistema de autoconsumo, el funcionamiento óptimo debería ser un ciclo por un día de funcionamiento. La carga se hace con el exceso de electricidad generada durante el día y la descarga por el consumo de la tarde y la noche. Así, una batería de litio tendrá una vida útil de entre 8 y 16 años. Estos tiempos de vida anunciados por los fabricantes deben ser modulados porque son el resultado de pruebas realizadas en condiciones estándar, es decir, sin altas temperaturas y sin altas corrientes de carga y descarga que tengan un impacto negativo.